Masiva despedida de familia y amigos al querido Alejandro ‘Bototo’ Saá
Homenaje en Almendral Alto y funerales en Cementerio Municipal:
Multitudinaria fue la despedida que la mañana de este domingo brindaron amigos y familiares de Alejandro Saá Fernandoy, de 58 años de edad, el conocido ‘Bototo’, luego que falleciera a las 20:15 en el Hospital San Camilo, tras haber sufrido un derrame cerebral el viernes 6 de noviembre, lo que al final no logró superar.
«Estoy muy agradecido con todas las personas que se han acercado o me han llamado para confortarme, por el homenaje especial que realizaron a mi hermano en la cancha de Almendral Alto este domingo, por el acompañamiento, por los años de amistad y aventuras deportivas, muchas gracias a todos», comentó a Diario El Trabajo don Augusto Saá, hermano del ‘Bototo’.
MASIVA DESPEDIDA
El velatorio se efectuó en la misma casa de habitación de los hermanos Saá, su cuerpo fue conducido a la cancha de Almendral Alto, en dicho homenaje hubo palabras de agradecimiento al exdirigente deportivo y recordado empleado de Carnicería Aconcagua, muchos recordaron las jornadas deportivas y campeonatos logrados junto al Bototo Saá, sus esfuerzos por ayudar a las nuevas generaciones y sostener en pie a los jóvenes y adultos.
Finalmente una gran muchedumbre de personas acompañó el cortejo fúnebre hasta su última morada, el Cementerio Municipal de El Almendral, en donde se realizó un emotivo responso. Es bueno recordar que Alejandro fue un excelente futbolista amateur, usaba la polera Nº10 del equipo, era delantero y su pasión eran las canchas, estuvo como dirigente en todos los cargos del club.
Roberto González Short
Alejandro Saá Fernandoy, fue despedido este domingo entre lágrimas y aplausos.
EL CLUB DE SUS AMORES.- Con el estandarte de su amado Club Deportivo Almendral Alto ingresó por la puerta principal del Cementerio Municipal de San Felipe el féretro del querido ‘Bototo0 Saá.
DIGNO RESPONSO.- Al fondo, los familiares de Alejandro Saá, quienes muy afectados acompañaron al ‘Bototo’ hasta su última morada.
Fueron necesarias varias carretillas para poder acarrear todas las coronas y ramos de flores ofrendadas a la tumba de Alejandro.
Otros en cambio, prefirieron entregar personalmente su ofrenda de cariño y flores en su tumba.
Augusto Saá, hermano de Alejandro.
