Menor de 1 año 9 meses muere al parecer por una mordida de araña de rincón

Alexander Noguera tenía un año y nueve meses, y era el segundo hijo de la familia Noguera Salas.

• Tras deambular por cuatro establecimientos de salud, pequeño murió de un paro cardiaco mientras era atendido en hospital de Llay Llay.

Como Alexander Noguera Silva, de 1 año 9 meses de edad, fue identificado el menor que falleció la mañana de este miércoles en el hospital San Francisco de Llay Llay, presumiblemente debido a la mordedura de una araña de rincón.

Sus padres deambularan por cuatro centros asistenciales, incluida una clínica en Santiago, en busca de una respuesta para la lesión que el menor presentaba en el brazo izquierdo, y que presumían podía ser picadura de la temida araña.

Fue la mañana de este martes cuando los padres de Alexander se dieron cuenta de la lesión que el pequeño presentaba en el brazo, por lo que lo trasladaron hasta la posta rural del sector de Montenegro donde residen, desde donde se lo llevó hasta el hospital de San Francisco de Llay Llay debido a que en la pequeña posta no contaban con los insumos adecuados para tratar los efectos de esta mordida.

El menor ingresó alrededor de las 11:30 horas con una lesión en el brazo izquierdo, que presentaba un aumento de volumen y enrojecimiento.

«El paciente cuando fue recibido, ayer (martes) alrededor de las 11:30 de la mañana, presentaba un estado general dentro de la normalidad, con signos vitales que no revelaban una patología de urgencia, con un decaimiento por referencia de los padres de un vómito escaso durante la mañana; clínicamente presentaba un aumento de volumen del brazo izquierdo. Era un paciente que se encontraba estable y que requería, por la lesión que el paciente presentaba, una hospitalización para manejo de su patología por medicamentos por vía endovenosa, porque eventualmente, como se le explicó a la madre, si se le iniciaba un tratamiento por vía oral, pudiese que la patología que en este caso era una picadura de insecto, no surtir efecto en el mediano o corto plazo», señaló Luis Garay, el médico tratante.

Para estudiar en profundidad de qué tipo de lesión se trataba, el médico que lo atendió estableció la hospitalización del menor, una situación que la madre habría aceptado, sin embargo y tal como lo señala el doctor Francisco Zúñiga, sub director del establecimiento, luego de unos minutos el padre del menor decidió retirar al paciente sin el consentimiento médico y sin esperar el alta, «de hecho se solicitó un tratamiento, el cual no alcanzó a ser instaurado, porque se retiró al cabo de unos minutos de ser ingresado».

Posteriormente el padre se habría dirigido con el menor hasta Santiago, donde lo habría internado en un centro asistencial privado, lugar en el cual tampoco pudieron darle un diagnóstico adecuado, razón por la cual nuevamente habría tomado al niño para dirigirse hasta el Hospital San Camilo de San Felipe, establecimiento en el cual le habrían manifestado que el menor debía ser sometido a exámenes y quedar internado, a lo cual nuevamente se negó y se habría llevado al menor a su casa.

A la mañana del día siguiente, miércoles, con el menor todavía afectado ya que presentaba un aumento del volumen del brazo izquierdo, decaimiento y compromiso general, los padres decidieron trasladarlo nuevamente al hospital de Llay Llay, siendo ingresado a las 9:30 horas y atendido unos minutos después. Mientras los médicos se encontraban atendiéndolo presentó un paro cardiorrespiratorio, realizándole las maniobras de reanimación avanzadas por alrededor de 40 minutos, las que no tuvieron buenos resultados, ya que el menor finalmente falleció.

«Nosotros tenemos sospechas diagnosticas por aumento de volumen del brazo, pero el diagnóstico definitivo de la causa de muerte es responsabilidad del Servicio Médico Legal», señaló el doctor Zúñiga.

La familia, que viven en el sector de Montenegro, un pequeño pueblo camino a Santiago, se encuentra profundamente afectada.

Alexander era el segundo hijo de esta familia, pero el único varón, por lo que la pena es inmensa para los padres.

Uno de los tíos del menor, Rodrigo Noguera, quien se encontraba a las afueras del centro asistencial de Llay Llay durante la tarde de este miércoles, calificó la situación como una negligencia médica, «porque fueron a cuatro instituciones de salud y ninguna de las cuatro fue capaz de hacer un diagnóstico verídico».

Ahora deberán ser los exámenes toxicológicos que se realicen al cuerpo los que determinen si el deceso del menor fue producto del veneno de una araña o bien a una reacción alérgica por la picadura de un insecto.